jueves, agosto 26, 2010

Museo Nacional de Antropología- Ciudad de México


Piedra del Sol
"Que no caigan en la bajada ni en la subida del camino. Que no encuentren obstáculos ni detrás ni delante de ellos. Ni cosa que los golpee. Concédeles buenos caminos, hermosos caminos planos". Popol-Vuh.


Después de leer este fragmento del Popol- Vúh y admirar el brillo las letras doradas montadas en las paredes de las salas de exposición, me tomé el tiempo de recorrer el recinto lentamente. 



Imagínese al dios Tlàloc de los mexicas o al  gran Pakal, Gobernante  de Palenque conviviendo con Rufino Tamayo, Luis Covarrubias o Leonora Carrington.


Han sido incontables las visitas a la Ciudad de México. Esta vez, contra los pronósticos del clima y la premura de la gran urbe que termina arrastrando a todo ser viviente que se mueve en su asfalto, su ambiente me pareció excepcional.
 A pesar de que he disfrutado la amplia gama de servicios y atractivos que ofrece el DF, nunca había tenido la oportunidad de visitar el Museo Nacional de Antropología. Era una deuda pendiente que tenía conmigo misma, y esta ocasión - aprovechando la estancia en uno de los comodísimos hoteles ubicados cerca del Bosque de Chapultepec -fue sencillamente perfecta.







“El pueblo mexicano levanta este monumento en honor de las admirables culturas que florecieron durante la era Precolombina en regiones que son, ahora, territorio de la República. Frente a los testimonios de aquellas culturas el México de hoy rinde homenaje al México indígena en cuyo ejemplo reconoce características de su originalidad nacional”.
Podría citar que los antecedentes del museo actual datan desde finales del siglo XVIII pero es hasta el 17 de septiembre de 1964 cuando  el entonces presidente Adolfo López Mateos inaugura el actual museo ubicado en la Avenida Paseo de la Reforma y Calzada Gandh,i en la Colonia Chapultepec Polanco de la Ciudad de México.

Sabía que este museo alberga importantes piezas del México precolombino…  me quedé corta. En pocas palabras reúne las mejores joyas arqueológicas y etnográficas en una ambientación excepcional que  de mano con la tecnología visual y sonora hacen del recorrido por sus salas y áreas al aire libre una experiencia indescriptible.
Para mi asombro, es Tlàloc- dios de la lluvia de los Mexicas quien da la bienvenida al museo. Era apenas la primera de las muchas sorpresas que recibiría esa tarde… lo confirmó la fuente “El Paraguas” emblema del museo cuya extraordinaria simbología representa la unión de las dos culturas: El día y la noche, el caballero Águila y Caballero Jaguar, la espada que atraviesa al sol azteca… la cruz española que penetra en las raíces de la ceiba.
Evité correr hacia el principal tesoro del recinto haciendo ameno mi paseo por el patio central que me recuerda al Cuadrángulo de las Monjas en Uxmal, leyendo los muros de letras doradas que evocan la poesía de los pueblos mesoamericanos  y de un salto  bordeando el gran estanque que representa al Lago de Texcoco. Increíble, todo México reunido en un solo espacio.
 La disposición de sus atractivas salas independientes invita a los visitantes a recorrerlas conforme al gusto e interés.  En la planta baja se encuentran piezas del altiplano central y regiones del México Antiguo. En la planta alta hay una magnífica exposición etnográfica de los pueblos indígenas del país. El servicio de auto- guía, las exposiciones temporales, auditorios, bibliotecas, tiendas, son un plus que realza el ambiente artístico y cultural del recinto.
Quien visite la Ciudad de México y desee conocer las raíces de nuestras culturas ancestrales, debe visitar el Museo Nacional de Antropología. Que mejor  gran opción para celebrar el Bicentenario de nuestro país que conociendo sus raíces, sus misterios, el protagonismo de nuestros pueblos mesoamericanos.
Hay miles de joyas que admirar: “La Piedra del Sol” como símbolo representativo de los Aztecas, La divinidad de la falda de las serpientes “Cuatlicue”, las columnas- guerrero de Tula, Hidalgo, la Tumba del Rey Pakal de Palenque, El Dintel de Yaxchilán,  la urna craneal de Monte Albán… en fin, una amplia colección de riquezas que hoy son parte de nuestra identidad cultural, nuestra herencia nacional, patrimonio de México y de México para la humanidad.


9 comentarios:

Catalina Zentner Levin dijo...

Hace muchos años, un profesor de Historia en Argentina, me introdujo en la maravilla del Po Pol Vuh, compendio de poesía y conocimiento.

Me encantó leerte.

Abrazos,

La sonrisa de Hiperion dijo...

Yo amo el mundo antiguo y nuestra historia... me ha encantado pasar de nuevo por aquí.

Saludos y un abrazo.

Abril Lech dijo...

Qué lindo llegar y ser recibida con esta canción tan alegre cantada por Luis Miguel! Y eso que no me gusta Luis Miguel! Estoy cantando y bailando, imposible leer... tendré que volver! :-)

REHTSE dijo...

me gusta mucho que suene luis miguel mientras leo tu blog.
un abrazo volvere

Marina dijo...

Hola Bettina, me encanta tu blog, me gusta mucho la mitología y qué decir de Méjico, lo poco que conozco me seduce, ojalá pueda volver pronto!. Un abrazo.

Unknown dijo...

Gracias por dar a conocer uno de los Museos (sino es el que más), imponentes e importantes de México y de América Latina. Lugar donde se conjunta historia, cultura y diversidad. A mi me encanta la parte de las culturas indígenas del norte, en especial de Chihuahua que es un Estado al que yo aprecio mucho, de ahí es toda mi familia paterna y hace un par de años en navidad, tuvimos como punto de reunión, el tren Chepe, para recorrer juntos las Barrancas del Cobre. ¿Las conoces? Te las recomiendo totalmente, un lugar para vivir en familia, en pareja o solo: https://www.facebook.com/ChepeOficial/photos

DE-PROPOSITO dijo...

Olá.
Desejar que a felicidade esteja por aí.
Tudo de bom para ti.
Manuel

Unknown dijo...

Hoje estive por aqui.
E, desejo que tudo esteja bem.

Felicidades
MANUEL

Unknown dijo...

me parese genial esto felicidades

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