Oaxaca... la Antequera

Una auténtica Joya Mexicana

De norte a sur, desde el atlántico hasta el pacífico y aunque México cuenta con Estados cuya belleza es extraordinaria, sin lugar a dudas Oaxaca se convierte en una experiencia obligada a repetirse. ¿Como no venir a Oaxaca? una auténtica joya mexicana reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad desde 1987.

Cuando caminé en sus laberintos, sentí que vivía en el glorioso virreinato de aquellos tiempos y en un presente armónico y moderno. Su clima esplendoroso, su ambiente bohemio y cultural me obligaron a quedarme más tiempo del que tenía planeado. Los largos corredores se ven adornados de imponentes edificios que narran a nuestro paso una historia que transformó a un pueblo y lo convirtió en una importante urbe.

Yo llamaría a su capital "la ciudad esmeralda" por el uso de la cantera verde en sus edificios, aunque los conquistadores en su momento le llamaron "Antequera". En palabras simples... Oaxaca es tierra rica, tierra fértil, con un paisaje natural totalmente diferente al resto del país que por cierto le ha merecido importantes reconocimientos, además d albergar a más de 16 grupos étnicos que transforman el Estado en una de las zonas multiculturales más importantes de México.

Recuerdo ese viaje y viene a mi mente esos sublimes aromas que encontraba en cada esquina... una combinación tan rica y variada que distingue claramente la gastronomía oaxaqueña como una aunténtica delicia ¡que platillos diosss!, "no importa cuanto suba pero ésta Tlayuda no me la pierdo por nada"jajaja. Y sentada ahí, en el corazón del centro histórico, deleitaba mi vista con el ir y venir de la gente que perdían sus miradas en la cima de los edificios.... fotos aqui... fotos allá... siempre hay material disponible para regresar a casa con imágenes de ensueño.

Y después recorrí la calzada y ¡vaya suerte la mía! un peregrinaje de farolas, música y danzas folklóricas... pensé "esto es bello... aunque nada comparado con la Gelagetza"- la fiesta de los Lunes del Cerro-, que se lleva a cabo anualmente los dos lunes siguientes al 16 de julio y en la que participa todo el pueblo, sin distinción de estatus social.

Y por fin llegué... me paré frente a el... me senté... me sorprendió su dimensión... le tomé un par de fotos y perdí no sé cuantas horas hasta que decicí acercarme a la gran plaza. El majestuoso Ex-Convento de Santo Domingo de Guzmán, considerado uno de los monumentos más importantes del barroco mexicano del siglo XVI y uno de los muchos atractivos turísticos de la capital oaxaqueña. Mi sorpresa no había terminado... me faltaba el interior. No cabe duda que los dominicos hicieron un trabajo excepcional. ¡Cuanto trabajo, cuantos años les tomó crear semejante maravilla!. Espectacular retablo dorado y ornamentación barroca casi poética... estudiar sus detalles requiere pasos lentos y cortos.

Llegó la mañana y con los primeros rayos del sol preparo mi marcha. Nuevamente viene a mi mente ese aroma a cocina casera... esos condimentos que al mezclarse crean un platillo típico. No es raro que algunas personas viajen a Oaxaca especialmente a tomar clases de cocina o a "hacer" el mercado. Es quizás esto lo que más me ha gustado... esa vida diaria y normal es el principal atractivo cultural de Oaxaca... irse de mercado equivale a perderse en un mundo multicolor. No importa de que valles o sierras lleguen los mercaderes y compradores... ese intercambio y comunicación con el pueblo se convierte en una experiencia gratificante... hay mucho material para platicar al respecto, lo dejo para un post adicional, al igual que todas aquellas rutas exploratorias que existen alrededor de la ciudad... y por supuesto, la monumental Monte Albán que está a la mano y siempre dispuesta a dejarse descubrir.

Así de rico es Oaxaca, un solo escrito no es suficiente... hay tanto de que hablar que cada aspecto cultural, folklórico, turístico o natural requiere un toque especial...

Buen viaje :)